Era una acción interesante porque suponía que los usuarios jugueteaban con los productos de Primark y reforzando el gran valor de esta marca: el precio.
Para analizar mejor esta aplicación, vamos a ver todos los estados que se podían dar.
Antes que nada, hay que decir que para acceder a la aplicación había que hacerlo a través de una pestaña en la página de Facebook del Centro Comercial Bonaire. Simplemente, era la típica pestaña de captación de fans: se mostraba una imagen, se animaba a pulsar en 'Me gusta' -hacerse fan- y al hacerlo la imagen cambiaba por otra, la cual incluía el enlace a la aplicación propiamente dicha.
Una vez allí, encontrábamos la página inicial, donde se explicaba brevemente de qué iba el tema.

Además, donde decía 'Condiciones legales', podíamos pulsar y se desplegaba entonces un pop-up en el que venía un texto que detallaba las bases legales del concurso.

La aplicación contaba con más de cien fotos de productos y estos aparecían de forma aleatoria. Era muy difícil que a un mismo usuario le aparecieran los mismos productos durante los días que duraba la promoción. Se evitaba así ciertas picardías, como apuntar los productos y precios correctos y compartirlos con sus amigos, por ejemplo.

Si fallábamos al elegir un precio, no pasaba nada: la aplicación nos permitía publicar un mensaje automático en nuestro muro de Facebook y así tener otra posibilidad más. Evidentemente, el objetivo de este mensaje era conseguir viralidad llamando la atención de los amigos del concursante.


Si volvíamos a intentarlo y ahora acertábamos, simplemente pasábamos al siguiente producto y así hasta llegar al quinto.
Si volvíamos a fallar, entonces ya no teníamos más oportunidades, al menos hasta el día siguiente, cuando podíamos intentarlo de nuevo.

Una vez la promoción terminó, se cambió el texto de la página inicial. Todos los concursantes que habían acertado los precios de cinco productos, entraban en el sorteo de las plazas para la preapertura de Primark en Bonaire.
