viernes, 8 de febrero de 2013

Introducción a cómo ser autónomo

En estos tiempos se dice más que nunca que hay que tomar la iniciativa de ser autónomo y no depender de las saqueadas entidades públicas para ganarse la vida. El problema es en que en España los autónomos están tan puteados que en según qué casos, cuesta lanzarse a ello. Además, pues no nos engañemos, ser autónomo implica unas pequeñas responsabilidades y al principio es fácil hacerse un lío: que si los formularios, que si las declaraciones, que si el IVA y el IRFP... Como he sido autónomo durante dos años, voy a intentar daros una breve explicación de cómo va todo esto. Si veis que me equivoco en algún dato, decídmelo en los comentarios, por favor.

Como decía, yo fui autónomo entre 2010 y 2012. En mi caso, por ser menor de 30 años y estar en los dos primeros años de autónomo, pagaba mensualmente un poco menos de 180 euros. Eso sí, a partir de enero de cada año, el precio subía ligeramente. De normal, se paga algo menos de 260 euros.

Para darse de alta hay que ir a Hacienda, donde os darán multitud de formularios para rellenar, os preguntarán qué tipo de trabajo vas a desempeñar, etc. Todo esto, como lo hice hace mucho tiempo ya no lo tengo tan fresco en la memoria, pero no es especialmente difícil. Aprovechad para preguntar cómo está actualmente el IVA y el IRFP, ya que estas cifras pueden cambiar con el paso del tiempo: cuando yo era autónomo, estaban al 18 % y el 15 % respectivamente. En estos momentos, y si no me equivoco, los dos conceptos están al 21 %, pero leo aquí que a partir de 2014 el IRPF bajará al 19 %.

Una vez estamos dados de alta, comenzamos a trabajar. Hacemos un trabajo para un cliente y emitimos una factura que incluye un importe bruto de mil euros. Ojo, a esto hay que sumar el IVA (21 % actualmente) y restar el IRFP (21 % actualmente). Así pues, la cosa queda así: 1000 + 210 - 210 = 1000. En la factura indicaremos también nuestros datos (nombre y apellidos, dirección, localidad, CIF), el número de factura (con el comienzo del año, se vuelve a contar desde el número 1), los datos del cliente (nombre, dirección, localidad, CIF), en concepto de qué facturamos (creación de un logotipo, por ejemplo), el número de la cuenta bancaria, nuestro DNI y la firma.

Aunque nosotros queríamos cobrar el importe bruto de mil y ese es el dinero que finalmente tenemos en el bolsillo, debemos pensar que en realidad hay 210 euros que corresponden al IVA. Si cada mes obtenemos 210 euros, al cabo del trimestre tenemos 630 euros y ese dinero deberemos dárselo a Hacienda porque no es nuestro.

Pero antes que nada, supongamos que durante estos tres meses hemos comprado objetos de trabajo. Por ejemplo, si somos un diseñador gráfico y compramos un monitor, es comprensible que es un objeto de trabajo y que nos lo podremos desgravar. Esto es que si el monitor cuesta 100 euros y el IVA actual es del 21 %, nos desgravaremos 21 euros. Por tanto, a la hora de pagar a Hacienda será 630 - 21 = 609. Recordad que siempre tenéis que pedir facturas de todo lo que compráis.

Llega el momento de hacer la declaración trimestral. Podemos ir a un kiosko a las oficinas de Hacienda y pedir el farragoso formulario 303. Creo que también se puede hacer online, pero yo nunca lo hice así. Debemos tener en cuenta que la declaración se tiene que hacer al mes siguiente del trimestre y antes del día 20, este inclusive. Por ejemplo, la declaración de enero-febrero-marzo se realiza en abril y hasta el día 20. La excepción es el último trimestre del año, que se permite alargar hasta el día 30 de enero. Ojo con esto, que si nos retrasamos un solo día nos pueden penalizar.

En el formulario vienen una serie de campos a rellenar y muy probablemente, al principio no sabréis qué poner y dónde. Mi consejo es que os ayuden personalmente y en el futuro fijaros en esa primera declaración a modo de ejemplo. Pero en definitiva, en esta declaración ponemos todo el IVA que hemos recogido (630), la cantidad que nos desgravamos (21) y en cuánto se queda (609). También el importe bruto (3000), cuánto nos retienen con el IRFP (630) y qué nos queda (2370).

Una vez hemos cumplimentado el formulario, vamos a nuestro banco, damos los papeles, el banquero hace el pago del IVA y del formulario nos da la hoja que nos quedaremos y que tendremos que guardar. Esto es importante porque a finales de año tendremos que hacer la declaración anual y lo normal es hacer las cuentas mirando las declaraciones hechas hasta el momento. La declaración anual es algo así como un resumen de todo y no es ni más complicado ni más sencillo de rellenar que el trimestral, es solo que cuesta aprender cómo funciona porque solo lo tocamos de año en año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario